La Guerra Ruso-Turca fue un conflicto que tuvo lugar entre los imperios ruso y otomano en varios momentos a lo largo de la historia. La primera guerra ruso-turca tuvo lugar en 1676-1681 y la última en 1877-1878.
La guerra más significativa entre Rusia y Turquía fue la Guerra Ruso-Turca de 1877-1878, también conocida como la Guerra de Liberación Nacional de Bulgaria. Esta guerra fue desencadenada por la rebelión de Bulgaria contra el dominio otomano. Rusia, que apoyaba a los rebeldes búlgaros, declaró la guerra al Imperio Otomano.
La guerra culminó con la victoria rusa y la firma del Tratado de San Stefano en marzo de 1878, que aseguró la independencia de Bulgaria y estableció una serie de cambios en los Balcanes que socavaron el poder otomano en la región.
Posteriormente, se celebró el Congreso de Berlín, donde se revisaron las disposiciones del Tratado de San Stefano y se estableció un nuevo equilibrio de poder en los Balcanes. Aunque Rusia salió victoriosa de la guerra, se vio obligada a aceptar ciertas limitaciones a su influencia en la región.
En resumen, la guerra ruso-turca fue un conflicto significativo en la historia de Europa Oriental que tuvo consecuencias duraderas en la región y en las relaciones entre Rusia y el Imperio Otomano.
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